ARGENTINA
En 2011 se registraron 7.089 denuncias por maltratos, torturas y otras violaciones a los derechos humanos
Las presuntas torturas
policiales en prisiones argentinas registran cifras alarmantes, según un
reciente informe. Algunos expertos opinan que las fuerzas del orden, bajo la
influencia de EEUU, ponen en riesgo a las democracias latinoamericanas.
De acuerdo con un informe
anual sobre la situación de las cárceles bonaerenses elaborado por la
Comisión Provincial por la Memoria (CPM), los reos de numerosas prisiones de la
provincia sufren de manera sistemática torturas, falta de atención médica y
palizas.
El documento, que contiene
datos relacionados con las inspecciones y cambios realizados en centros
penitenciarios de la provincia en el año 2011, destaca que cada semana fallece
un prisionero en las cárceles de Buenos Aires como consecuencia de
dichas agresiones.
También confirma que ese
año se denunciaron 7.089 hechos de distintas violaciones de derechos
humanos, que constituyen torturas o maltratos y que el Servicio Penitenciario
registró 10.458 hechos violentos, lo que supone un 30% más que en 2010. Además,
destaca el problema de la superpoblación carcelaria.
“La tortura como práctica
sistemática, el hacinamiento, las condiciones inhumanas de detención y la
corrupción estructural siguen siendo los ejes principales del diagnóstico”,
recalcó la CPM.
Estas alarmantes cifras
preocupan a las organizaciones de derechos humanos, ya que, de acuerdo con la
entidad, los datos no incluyen cifras de los presos que sufren agresiones por
parte del personal penitenciario.
Estos últimos abusos
incluyen a menudo métodos muy similares a los que se utilizaron durante la
última dictadura militar argentina con los detenidos desaparecidos.
El presidente de la CPM,
Hugo Cañón, declaró que todavía hay resabios en las fuerzas de seguridad que
ponen en riesgo a las democracias latinoamericanas.
“Las fuerzas de seguridad, al no haber
cambiado la impronta de las mismas, es hoy lo que hace más vulnerable al
sistema democrático, y desde el imperio, sobre todo desde EE.UU., se baja la
línea de la desestabilización a través de las fuerzas policiales”, asegura
Cañón.
Este informe sale a la luz
días después de que los medios informasen sobre el caso de un prisionero que,
tras recibir una brutal paliza, fue colgado de sus brazos sin tocar el suelo
con los pies durante ocho horas en una unidad penitenciaria y no recibió
atención médica.
Visto en http://actualidad.rt.com
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