La última tendencia en autofotos se llama selfie porno y más allá de las implicaciones sexuales puede ser muy peligroso
INTERNET.- Ya os hemos contado en alguna que otra ocasión que
Internet no sería lo mismo sin las selfies, y que si estas no existieran habría
que inventarlas. Y es que las tenemos de todos los gustos y colores. Selfies
sencillas, belfies, sellofies, sexting, sexselfies, etc., y todas ellas
geniales en su parcela.
Lo decimos porque las autofotos existen desde mucho antes de
que existieran las redes sociales y los teléfonos de última generación
equipados con semicámaras profesionales. Sí
amigos, las selfies existen desde antes de todo esto.
Lo que ha sucedido es que las redes sociales han viralizado
esta expresión ilustrativa, y no es inusual que la propia visión
narcisista de nuestros cuerpos sea motivo de presunción de belleza y alarde de
poderío en las diferentes comunidades virtuales.
En Noticias del Mundo hemos hablado de esto en varias
ocasiones, incluso hemos dedicado monográficos para sondear las redes como
Instagram o Pinterest en busca de los rostros y cuerpos femeninos más hermosos.
Y “vive Dios” que lo hemos logrado.
¿No te lo crees? Echa un vistazo a estos dos ejemplos: Las
mujeres de color más bellas de las redes sociales e Instagram
el lugar de las chicas guapas. (si buscas en nuestra categoría “Internet” o “red
social” encontrarás otros muchos ejemplos).
A pesar de lo que disfrutamos con este casi ejercicio de
voyerismo, lo cierto es que pese a lo que pudiera parecer, el peligro es
evidente. Ya sabemos que esta forma de expresión visual es un modo de
exhibición que ha llevado a muchos navegantes a tomarse fotos picantes sin ropa
o en situaciones sexuales solos o en compañía, o para compartirlas en
comunidades de Facebook o en paginas web como pornoselfie, web de la que
surge el nombre de esta tendencia erótica, convirtiendo a sus protagonistas en
involuntarias estrellas del porno. A veces de manera inconsciente –otras de
forma intencionada.
El “porno selfie” nace para compartir, provocar y seducir, pero tiene un
problema grave: una vez publicado en una red social o web se vuelve casi
imposible de eliminar.
En el caso de menores de edad, el problema es mucho más
grave, llegando a derivar en chantajes, extorsiones o destrucción moral en
manos de extraños (si conoces algún caso, no dudes en denunciar).
Las redes sociales han cambiado la forma de cómo mucha gente
quiere ser percibida por los demás. Para ellos se hace necesario mostrarse cada
vez más, es superficial porque todo se basa en la imagen más que en el valor de
una persona, y también por la distancia y malinterpretada impunidad, a lo que
habría que añadir, una desmesurada necesidad de aprobación por parte de muchas
de las personas que participan de estas tendencias fotográficas.
Para sus defensores, el “selfieporn” es una forma en la que
las relaciones sexuales no implican ningún riesgo, por ser personal y en
algunos casos individualizado, lo que convierte a la experiencia en algo muy light,
al estar sobre todo basado en la imagen y no en el contacto.
Pero como decimos, el riesgo existe, y nuestra privacidad es
algo que en las redes sociales es casi imposible de recuperar.
No por ello estamos diciendo que si te apetece probarlo, no
lo hagas, pero sí os pedimos que seáis más conscientes de lo que hacéis y de
las implicaciones posteriores que puede traer.
Protege tu intimidad.
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